jueves, 13 de marzo de 2008

Y tan anómalo...

Fin de una etapa para el cineclub... Inicio de otra:




Gracias por las palabras de agradecimiento, Ginés, y por la confianza. Espero que todo vaya bien, por parte del cineclub y por la tuya propia.


Uff.


Un día anómalo

Empiezo a sentirme sola entre tanta gente. Hoy me he levantado un poco negativa, lo sé. Quizá sean todas las cosas que han ido pasando estas semanas... Si la mentira ya es algo que me alcanza el tope del aguante, unir a esa deslealtad el miedo, la inseguridad, el agotamiento... Si es que nunca llueve a gusto de todos.

En realidad, normalmente intento cogerlo todo con fuerza, con optimismo, e intentarlo, salga como salga. Pero esta mañana, con la situación al límite me ha invadido una tristeza extraña. Una tristeza tipo soledad.

Y la soledad no es algo negativo para mí, en absoluto. Pero hoy la soledad no solo es negativa, además se ha unido a mí en mal momento.

Irme de la ciudad es una buena opción, pero me pregunto si no será peor el remedio que la enfermedad.

Nada me sale hilado... es todo una maraña de ideas. De todas formas me quedo esperando por mi optimismo, que tardará poco en volver. Volverá sí o sí. Lo necesito.

Qué buen día hace para salir a perderse. Pero de verdad, y no volver...

domingo, 2 de marzo de 2008

La admiración... (Araceli)


Recibir un agradecimiento inmerecido te hace pensar. Puede ser que, de vez en cuando, todo el mundo necesite agradecer su propio trabajo a los demás como un modo de redimirse. Saber que aunque los demás no estuviesen harías lo mismo tiene que crear un sentimiento de vacío, por eso, en cuanto tenemos la oportunidad, descargamos nuestro esfuerzo y lo repartimos entre los que están cerca. Para los que están cerca eso es más de lo que hubiesen esperado. Para ellos significa saberse dentro e involucrarse, solo piensan que realmente son necesarios.


Ese reconocimiento fue, sin embargo, una merecida mención a un esfuerzo que existe, del que somos conscientes todos los que la vemos. Que no solo es un esfuerzo físico, es un compromiso absoluto. Es un esfuerzo moral. La convicción de que ese es el camino, de estar siempre fiel al camino que has escogido y que tu vida esté girando casi por completo en torno a eso. Me quitaría el sombrero si lo tuviese. Porque en estos casos la admiración no es por lo que se consigue (que los premios son solo su reconocimiento personal, y la fuerza para seguir) sino que viene por la entereza, por la fuerza de las ideas, por la defensa aférrima de unos principios, por la continuidad y por encomendar su vida a un esfuerzo máximo, rechazando cuantos placeres la alejen de estos objetivos.


[Evidentemente, la foto no se corresponde con ese día...

Pero este día también fue admirable, ahí se ve]



PD: En Lucena, el 28 de Febrero 2008, se llevó a cabo una entrega de Banderas en la Biblioteca Municipal, en reconocimiento al esfuerzo de personas e instituciones... Ella: Bandera al Deporte.