martes, 11 de octubre de 2011

Se te olvida...

que me quieres a pesar de lo que dices
pues llevamos en el alma cicatrices
imposibles de borrar.

Se te olvida
que hasta puedo hacerte mal si me decido
pues tu amor lo tengo muy comprometido
pero a fuerza no será.

Y hoy resulta
que no soy de la estatura de tu vida
y al dejarme casi, casi se te olvida
que hay un pacto entre los dos.

Por mi parte
te devuelvo tu promesa de adorarme
ni siquiera sientas pena por dejarme
que ese pacto no es con Dios.

Y hoy resulta
que no soy de la estatura de tu vida
y al dejarme casi, casi se te olvida
que hay un pacto entre los dos.

Por mi parte
te devuelvo tu promesa de adorarme
ni siquiera sientas pena por dejarme
que ese pacto no es con Dios.

La mentira de Javier Solís, por Armando Manzanero.

martes, 4 de octubre de 2011

Lectura y definición: microcuento

Pocas veces he sentido que podría decir algo coherente respecto de algún cuento, y menos de algún cuento de un escritor contemporáneo (vivo, digo) del que aún no hay mucho escrito.
Hoy he leído en La nave de los locos un par de micros de una escritora actual. Leyendo la biografía, una escritora con un recorrido que yo no conocía. Quizá me suena, quizá de alguna antología. Pero nunca leída por mí. Parece políticamente incorrecto hacer una crítica no completamente positiva cuando un crítico afamado (y al que yo respeto por encima de muchos dogmas religiosos) la incluye dentro de sus elegidos.
Un blog de referencia, al que los que queremos acercarnos al mundo del microcuento seguimos como si tuviese la verdad absoluta. Y es cierto, la tiene en muchas ocasiones, aunque solo sea por dar luz y proximidad a los cultivadores del género a los que no llegamos de otro modo.
Sin embargo, hoy he leído estas dos piezas y he dudado por un momento de que este gurú tenga siempre razón en lo que publica, o diría más, en un intento de no hacerlo caer del pedestal en el que lo tengo, que publique siempre a gente en la que cree.
Los leo y pienso que están bien escritos. No se puede decir eso de todo lo que se lee. Bien escritos. Y pienso en esa locución. Extrañamente no podría decir nada más. Y de ahí viene mi reflexión: ¿que un cuento esté bien escrito es suficiente para considerarlo un buen cuento?
Pienso por ejemplo en un micro de Arreola, "Cuento de horror" y está bien escrito. Pero no solo está bien escrito. Este te deja un regusto, un sabor más allá, un pensar, un estar realmente participando del cuento. O no. O simplemente tiene una chispa más. O quizá no escribe todo lo que es.
Pienso en otro autor, más cercano en el tiempo que Arreola y quizá con más conciencia del género nuevo: Olgoso. En su "Caballeros de los puentes" me invade una sensanción de querer saber más. Reconozco en Olgoso un planteamiento inteligente que me hace trabajar.
No digo que los microcuentos de Neus Aguado no te hagan pensar, digo que no mueven nada dentro cuando pienso. No me mueven nada emocional, nada intelectual. Que lo que te hacen pensar nada te aporta. Y quizá esto también entra dentro de la microficción o del microrrelato. Igual debería decir que este tipo de micros no me interesa.

Entre todas las teorías que describen o que intentan limitar el microcuento como género que existen ahora (como género nuevo que es), me pregunto también si cada uno no debería tener una propia y personal.
Aunque claro, si una novela te dice más o menos en el gusto personal no la exime de ser novela. Simplemente si acaso la excluye en tu canon propio de ser una buena o una mala novela.
¿Debería pensar que lo que he leído hoy son microcuentos que yo no incluiría entre la literatura de calidad pero que a pesar de ello son objetivamente microcuentos?

El microcuento es un género vulnerable. Sin definiciones consensuadas se expone a que cada uno meta o saque de su definición a cualquier texto que no se ajuste a sus leyes.

Afortunadamente y al margen de las normas y las leyes de los géneros, poseemos aún una capacidad subjetiva de valorar lo que leemos. Y hablo de valorar subjetivamente según argumentos lógicos y esto hace grandioso leer además de a Arreola o a Olgoso, a Aguado.

lunes, 3 de octubre de 2011

Cuando un amigo se va...

Algo así se siente hoy, solo que de buen rollo y deseándote lo mejor. Pásalo bien, trabaja y pronto te voy a buscar, seguro.
Te vamos a echar de menos, pero eso es algo inevitable que todos ya sabíamos cuando te animábamos a irte.
De todas formas sí, lo que te decía ayer sigue siendo cierto: ¡No te vayas!

Cuando un amigo se va - Amigos de Ginés.

(Amigos de Ginés y de Maikel, claro jajaja Este Cutillas está por todas partes...)


Letra

1-.
Algo se muere en el alma,
cuando un amigo se va.
Y va dejando una huella
que no se puede borrar.

Estribillo:
No te vayas todavía,
no te vayas por favor,
no te vayas todavía
que hasta la guitarra mía
llora cuando dice adiós.

2-.
Un pañuelo de silencio
a la hora de partir.
Porque hay palabras que hieren
y no se deben decir.

Estribillo.

3-.
El barco se hace pequeño
cuando se aleja en el mar.
Y cuando se va perdiendo
qué grande es la soledad.

Estribillo.

4-.
Ese vacío que deja
el amigo que se va.
Es como un pozo sin fondo
que no se vuelve a llenar.

Estribillo.