lunes, 14 de enero de 2008

De vuelta a todo

No diría que la estancia fuera se ha hecho eterna, pero sí que tenía unas ganas increíbles de volver y que estoy contentísima de estar aquí. He llegado cargada de cosas por hacer en este trimestre, y hay que ponerse las pilas.
En realidad, lo que más me apetecía era perder de vista algunas cosas de allí. Cosas que me ponían bastante triste, de hecho, mi navidad ha sido un poco triste. Tengo la sensación de haber crecido de golpe, de haber pasado una navidad de adulta, la primera, a pesar de mis intentos, que han sido muchos. Tenía la impresión de ir a contracorriente: yo preparando regalitos, poniendo la mesa para recibir a los reyes, escribiendo mi carta, intentando reencontrarme con la ciudad, con la iglesia, con la infancia... y todo al revés.
Llego aquí con la ilusión de escapar pero la tristeza me sigue. Un amigo me dijo que allí me había vuelto a acorazar, que tenía que quitar esa protección otra vez... eso costará si es cierto, aunque será más fácil: volver a Granada me hizo sonreír, de verdad, con esa sonrisa libre, de bienestar.

Imagino que el sentimiento de tristeza es algo que llevamos todos y que dejamos salir o no. Hay momentos en que parece que no está, como la ilusión de que eres completamente feliz, pero en realidad es solo el intento de no dejarla pasar, la fuerza de retenerla bajo sentimientos más fuertes en ese momento. Y llega un momento en que sin más has acumulado tanta que sale, la dejas salir y te quedas en silencio, esperas que se vuelva a su rinconcito cuanto antes...
La única forma de que se esconda es ocupándo el tiempo, y yo tengo muchas cositas para la terapia.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tengo que tener todavia 5 años...

Carmen dijo...

¿Y eso?

Anónimo dijo...

No tengo conciencia de haber pasado de la niñez a la adolescencia y luego a ser adulta. Para mí la vida es un continuo en el que se van acumulando las fases anteriores a las nuevas

Carmen dijo...

Bueno yo tuve conciencia hace tiempo de que algo estaba cambiando (sobre todo en navidad es cuando lo ves, porque pasa todo un año) y es cuando nació uno de mis primos, nueve años después que yo y comenzamos a tratar el día de reyes diferente para él... No sé. Yo sí que lo he ido notando. Este año ya ha sido un querer y no poder pero qué le vas a hacer.

Anónimo dijo...

CÓMO ME IDENTIFICO CON LO QUE DICES... esa tristeza infinita que se nos cuela por los poros del interior y cuesta quitársela...

nos ahoga en un fondo sumergido de recuerdos del que QUIERO SALIR Y ME CUESTA ...TANTO

Asumo la responsabilidad de la huida y el DESEO DE DISFRUTAR GRANADA EN SU VITALIDAD¡¡¡ ESPERO CONOCERTE PRONTO..

Anónimo dijo...

en este graná que hechiza creo que se dan muchas casualidades

soy una extremeña que te lee desde hace tiempo, y quizás seas la misma... amiga de cris, de césar, de valeria..EL MUNDO ES TAN PEQUEÑO, A VECES

Carmen dijo...

Chica! Estoy intrigadísima... no sé quien eres! Jajaja Imagino que vives en Granada no? Les preguntaré a alguno de los que nombras... Son tuyos los dos comentarios?
En fin, que hace tiempo que escribí este post, pero ese sentimiento es uno de los que es casi imposible olvidarse, que vuelve a veces para recordar que sigue ahí...
Un besito, gracias por el comentario y por leerme!