miércoles, 10 de septiembre de 2008

Ahora, así.

En una facultad. Ni siquiera sé qué hora es. El reloj de este ordenador no va. Mi móvil sin batería. Y mi mente absolutamente distraida.

Aquí, deseando volar, escapar, huir incluso. La felicidad a veces nos ahoga como la mayor de las angustias. A los momentos más atrayentemente perfectos somos capaces de encontrarle una malformación negativa. La imperfección debería animarnos a limar lo que ya es bastante bueno. Los pequeños obstáculos deberían ser, sin más, una manera de incentivar y de mejorar lo que ya tenemos... o podríamos tener.

Ayer, intentando animar a una amiga en época de exámenes y de semicrisis amorosa... le decía un frase-cita (maravilloso el lenguaje) de Confucio: Si el problema no tiene solución para qué preocuparse, y si la tiene, para qué preocuparse. Vale lo confieso, lo leí en uno de esos sobrecillos de azúcar, pero porqué no va a estar ahí la respuesta a todo. Realmente, en cualquier sitio puedes sentir la inspiración para entender el modo de resolver tu vida.

Lo mejor de todo es que mi vida no está resuelta, y amén. Que así sea muchísimo tiempo. Disfruto haciendo y deshaciendo, me llegará pronto la hora de decidir hacia dónde dirigirme y qué camino es incompatible. Por ahora, mi mente ocupada en trivialidades tan exquisitas como cenas maravillosas en terrazas estupendas con mejor compañía.

Me encantó mi pequeña escapada de finales de agosto, y lo de menos fue conocer a mi anfitrión en Roma. Conocí a una gran amiga... y dios, cómo la admiro desde aquello.
Me apasiona descubrir cada día que pasa que tengo una "mitad" incondicional, a pesar de la distancia que pueda empezar a haber.
Estoy orgullosa de estar aquí, de haber sido capaz de empezar de nuevo (aunque lleve unos días un poco confusa), de tener agallas de preparar el viaje a Roma, de luchar y pelear por tener la vida que quiero...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ayyyy, florecilla!!!! Menudo piropo, tú también sabes que te quiero!!!! Muchos besitos.

Anónimo dijo...

luchar y pelear por la vida que quiero... eso me gusta... muchos besos, primor de los primores... te veo en buena forma, me alegro. J.

Carmen dijo...

Ayyy Valeria Valeria... jajaja Me reafirmo en mis palabras!!

Jesús! Qué ganas de verte. El otro día en tu blog leí todas estas cosas tan helénicas que habías colgado... después alguien me dijo que andabas por Grecia... sigues allí? No te veré antes de mi partida a tierras romanas? Qué clásicos estamos chico! Será el destino jaja.