miércoles, 5 de septiembre de 2012

Pero no por abril

Si has de venir, ven una de esas tardes
enlutadas de invierno,
que no tendré un vecino, ni un hombro, ni una sola
sílaba a que arrimar el peso de mis sombras,
pero al menos habrán de acompañarme
los perros erizados que hurgan en las basuras,
o esa lluvia que arrastra
periódicos y fango y pañuelitos mustios,
o esos trenes perdidos cuyo silbido llega
desde lo más extraño de la tarde.

Pero no por abril. No cuando cada instante
improvisa un verdor
y todo es trino y todo son colegialas rosas
y para hablar del mundo solo sirve
la palabra sonrisa.
No por abril, te pido, porque entonces
no me acompañará ni una hoja rota: todo
me será ajeno, todo
hará mi soledad más soledad.
3 - V - 78
 
 
 
Miguel D'Ors, El misterio de la felicidad. Antología poética. Renacimiento, Sevilla, 2009
 
 

2 comentarios:

Miguel d'Ors dijo...

Desde mi retiro, muchas gracias por tu atención a mis ocurrencias, recordando los días en que eso que algunos llaman Azar y yo prefiero llamar Providencia nos hizo coincidir en Granada. Un afectuoso saludo.

Carmen dijo...

Qué alegría que aparezcas. Es un placer releerte de vez en cuando. Azar o Providencia, fue una gran suerte ese encuentro. Un saludo entusiasta.