jueves, 31 de julio de 2014

El remordimiento


Si hay algún tormento estéril que sea mayor que el de los celos, quizá sea el remordimiento. Incluso es probable que los dolores de la pérdida sean menos intensos; y, como es natural, es frecuente que ambos sufrimientos se combinen, como me sucedía entonces. Hablo de remordimiento, no de arrepentimiento. Dudo de haber experimentado jamás el arrepentimiento en su forma pura; tal vez no exista en forma pura. El remordimiento contiene culpa, pero una culpa impotente y desesperada que no sabe de cura alguna para la dolorosa mordedura. 
Murdoch, Iris. El mar, el mar (1978). Barcelona: Lumen, 2004. 

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