martes, 17 de septiembre de 2013

Mens sana in corpore sano


Hoy leo en un post de mi admirado y siempre lúcido Jorge F. Bustos un alegato “Contra el deporte” que no ha podido más que... 

Imagen de 1001experiencias

Realmente se somete a un duro examen todo deportista que pretenda ser pasado por un cultivador de la mente en el grado que sea. Sin hablar ya de futbolistas: la mera hipótesis de que puedan en algún momento tomar entre sus manos unas líneas distintas al Marca o el Diario Deportivo puede hacer explosionar algún cerebro. Es bien sabido que nadie se imagina a ningún deportista profesional leyendo el Quijote entre estiramiento y estiramiento. Quiero recordar a Guardiola hablando en alguna entrevista de los libros que leía, o recordar a Solaris en alguno de sus artículos, excepciones probablemente.
Imagen de sport.es
Es quizá en los niveles menos profesionales donde podemos encontrar más, a mi entender, relaciones entre práctica deportiva y práctica erudita. Podría comentar el caso de algún amigo escritor, futbolista una vez por semana, algún amigo montañero y escalador con una amplia y sesuda filosofía de la cultura, o alguna amiga, gran lectora, psicóloga y pichichi de todos los equipos de fútbol que hemos compartido.
Imagen de ElPais.com
Esta discusión, sin embargo, es una discusión para mí un tanto manida. Pero es cierto que se presupone en ciertos ambientes intelectuales un escaso o nulo contacto con el mundo deportivo. Y ahí nos encontramos a algún poeta que afirma escribir con el toc toc tenístico de fondo; a algún que otro colaborador de revistas literarias o escritores a las dos de la mañana comentando en las redes sociales las derechas y las voleas en el último Nadal-Djokovic o a las nueve de la noche la diferencia de 12 puntos en el primer cuarto del España-Australia; posts en los blogs de algunos escritores dedicados al dopaje, a la épica, a la candidatura olímpica o a, por ejemplo, el interminable discurso de Bielsa o el célebre córner de Valdano (un hombre bastante culto, por cierto), a poetas, cuentistas, críticos, filólogos y culturetas en general, reunidos en torno a una televisión gritando ante un gol de Messi como si no hubiese mañana.
Que el circo sea cosa repugnante, que el circo sea abominable, es tan cierto como pueda serlo que el deporte sobre una mente rica pueda ser favorecedor.
La distinción tradicional, como muy bien apunta Jorge, entre el cultivo de la mente y el del cuerpo, no quita que cualquiera o las dos sean elecciones personales, compatibles, o no, superadas ya en su contraposición. Ni que decir tiene que sigue en vigor aquella sátira de Juvenal:

orandum est ut sit mens sana in corpore sano.
fortem posce animum mortis terrore carentem,
qui spatium vitae extremum inter munera ponat
naturae, qui ferre queat quoscumque labores,
nesciat irasci, cupiat nihil et potiores
Herculis aerumnas credat saevosque labores
et venere et cenis et pluma Sardanapalli.
monstro quod ipse tibi possis dare; semita certe
tranquillae per virtutem patet unica vitae.

Se debe orar que se nos conceda una mente sana en un cuerpo sano.
Pedid un alma fuerte que carezca de miedo a la muerte,
Que considere el espacio de vida restante entre los regalos de la naturaleza.,
Que pueda soportar cualquier clase de esfuerzos,
Que no sepa de ira, y esté libre de deseos
Y crea que las adversidades y los terribles trabajos de Hércules son mejores que las satisfacciones, la fastuosa cena y la placentera cama de plumas de Sardanápalo,
Te muestro lo que tú mismo puedes darte, con certeza que la virtud es la única senda para una vida tranquila. 
[Traducción de TadeoKosma M]




IV Encuentro de futbito Narradores vs. Poetas.
Imagen obtenida de El Ojo de Mateo

2 comentarios:

volandovengo dijo...

Querida Carmen, gracias por retomar mi discurso. Los dos sabemos que hay casos y casos: los deportistas, los intelectuales, los intelectuales deportistas y los deportistas intelectuales. Y también los hay, gozo de la planitud, los que no cultivan ni una cosa ni la otra.

Carmen dijo...

Ahí anido yo, en ese último, Jorge. Y qué bien se vive... es como retirarse de la manada para esperar la muerte.

Un beso, lindo.
(Me has hecho volver a escribir, gracias)